lunes, 26 de agosto de 2019

Japonses en Sagrada Familia

El lunes fuimos al aeropuerto para recoger nuestros conocidos japoneses.  Su vuelo aterrizó a la 13.30h pero uno de ellos se encontraba un poco mal y estuvieron unos 40 minutos en aseo. Estaba congelada por el aire acondicionado. Cuando por fin han salido, fuimos con el taxi a su hotel a la calle Casanova. Quedamos con ellos por la tarde para cenar. Les llevamos a un bar de pinchos famoso en Barcelona La Tasqueta de Blai en Poble Sec. Fuimos andando, pero no esperamos que estaba tan lejos del hotel. Su primera impresión de Barcelona fue un poco mala, por los grafiti el las puertas. Pero les gustaron mucho las amplias y rectas avenidas. Les extrañó la multitud de coches aparcados en las calles. Hidesan me comentó, que en Japón no se puede comprar coche si uno no tiene aparcamiento.
Cuando por fin llegamos al bar, Hidesan y Asagisan fliparon con los pinchos, pero a su hija Tsugumichan no le gustaron nada. Se los metía en la boca y su cara era de "quiero escupirlo ya" !!!. De vuelta me di cuenta que perdí un monedero, que me regalaron en Japón. Volvimos al bar, pero no estaba allí. 



Al día siguiente desayunamos juntos cerca de su hotel. Luego fuimos a la Sagrada Familia. Habíamos reservado las entradas con visitar la torre de pasión por 32 €. Entramos por la fachada del nacimiento construida entre 1893 y 1936. El último que trabajó en la fachada, que dio por finalizada el año 2016. En el proyecto original de Gaudí esta fachada debía estar policromada, pintando de diversos colores las arquivoltas de los tres pórticos; así, todas las estatuas habrían sido pintadas, tanto las de figuras humanas como las de flora y fauna y demás objetos. Sin embargo, hasta la fecha no se ha realizado esta decoración.















El templo contiene un total de 36 columnas, que oscilan entre 11,10 y 22,20 metros de altura. Estas columnas se bifurcan a la altura del capitel y se vuelven a ramificar a mayor altura, por lo que ciertamente semejan árboles.
















                                                          Altar central


​Las vidrieras diseñadas por Joan Vila-Grau entre 1999 y 2016.



















Después de visitar el templo fuimos a comer. Cerca del templo había un restaurante con menús del día. Por fin Tsugumi comió con gusto un plato de macarrones a la boloñesa.





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