jueves, 4 de abril de 2019

El viejo sofá

El martes por la trade fuimos a correos para recoger un paquete, que mi madre nos había enviado de Polonia. Resulta que el lunes por la mañana vino el cartero pero no pudo entrar, porque el telefonillo no funcionaba. Le dije que me esperara abajo, pero la llave se atascó en la cerradura y al final se partio por la mitad. Que desastre!!!! Menos mal, que pude sacar una parte de la llave de la cerradura. Entonces recogimos el paquete. Que alegría con embutidos y sopas polacas!!! Nada más volver a casa mi pareja recibió la llamada de un amigo, que había roto con su novia y no tenía donde dormir. Menos mal, que hace unos días habíamos comprado un tablón para el viejo sofá. Costó 25 € y es muy duro.  Los asientos estaban muy hundidos. Ahora es más cómodo y se puede dormir.  Asi que se quedará en casa hasta que encuentre una habitación.







Hemos mirado por internet y no es fácil encontrar un piso de dos habitaciones, para compartir con una o dos personas. Incluso hay pisos de 10 habitaciones !!!!
Parece que nuestro amigo va a volver con su pareja. En teoría se va el martes, pero sus maletas siguen en nuestra casa. Desde lunes está en su piso, sin embargo todavía no se ha decidido si vuelve con ella. Esta situación empieza a afectarme. No soy una persona sociable y vivir los tres en un espacio tan pequeño me incomoda de alguna manera.
El viernes por la tarde llamó de nuevo nuestro amigo para decir que viene a nuestra casa. Yo ya estaba acostada y me enfadé, porque me gustan las cosas claras y necesito saber hasta cuando se quedará. El lunes, después de algunos percances, le ofrecimos que se quedara hasta viernes. Pero finalmente pensó que sería mejor vover a casa de su exnovia para poder buscar una habitación desde allí. 

Al principios de mayo vino de visita la madre de mi pareja. Tuvo que dormir en el sofá. Menos mal, que es bajita y pudo estirar las piernas. En junio vino hermano de mi pareja, para pasar una noche en  nuestro piso. Tubo mala suerte de que fue la noche más calurosa, desde que estamos aquí. Encima durmió en el suelo, en los asientos desmontados del sofá. Bueno, mi pareja habló con Gloria para cambiar el sofá y viejo colchón que se hunde bastante y no nos deja dormir bien. 

El lunes, 12 de agosto vino a nuestra casa Hiroko,una amiga japonesa. Durmió en el sofá una noche y dijo que era cómoda. Cenamos a las 23.00 en un bar cercano (los de la plaza de la Concordia) a estas horas ya no servían comida. Las croquetas estaban quemadas y olían a aceite viejo. La tortilla estaba rica i los calamares no estaban mal. Al día siguiente comimos en bar-restaurante Suamu en carrer de Europa 23. Las tapas estaban muy bien de precio y muy buenas. Pedimos patatas bravas, ensalada con queso de cabra y frutos secos, humus, pan con tomate. El martes, 07 de enero volvimos de Alicante y fuimos a comer en este restaurante. Tienen menu de 12 €, pero no disfrutamos de la comida para nada. El arroz con setas- mucho arroz pocas setas. Los platos muy sosos. El lomo ni lo comí, de mal que estaba, parecía chicle y las patatas tenían mucha agua, no las escurrieron. La crema catalana un fracaso. El restaurante estaba lleno, hasta que había cola, pero nosotros no volvemos !!! 

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