domingo, 30 de junio de 2019

Edu en Barcelona

El sábado por la mañana llegó de Alicante nuestro amigo Edu, para escapar de las hogueras y estar varios dias con nosotros. Comimos curry en nuestra casa y después de un corto descanso, fuimos a Montjuic para ver el jardín botánico histórico. Hacía mucho calor, pero como el jardín esta situado en la antigua cantera, había frescor y mucha sombra. El jardín fue creado en 1930 por el botánico Pius Font i Quer. Inaugurado el 17 de julio de 1941, fue cerrado al público en 1986 y, tras la consolidación de sus terrenos y el reacondicionamiento de su recinto, reabierto en 2003. Alberga plantas procedentes de todo el mundo y contiene los árboles más altos que pueden verse en Barcelona, como un fresno de hoja pequeña, un nogal del Cáucaso o un alcanforero, entre otros.



Luego fuimos andando hasta la plaza de Cataluña, donde quedamos con Pilar, una amiga de Rafa. Nos llevaron al restaurante Honest Greens, que tiene la comida ecológica. Al principio era un poco rollo componer el plato. Se parte de una base; un plato de proteínas o una ensalada y se puede añadir otros productos pagando más. Yo pedí ensalada umami, que estaba buena. El humus con albahaca también nos gustó. Los filetes del pollo estaban secos y la carne de ternera para nuestro gusto, demasiado cruda. 



El domingo fuimos con el coche de Rafa al Parque Natural de Montseny. Aparcamos cerca de antiguo monasterio convertido en un hotel. Este parque natural es el más antiguo de Cataluña y también es uno de los más importantes, puesto que en una zona relativamente reducida se encuentran comunidades vegetales típicas de los tres grandes biomas europeos: el mediterráneo (encinas, alcornoques y pino carrasco), el eurosiberiano (pino silvestre, hayas y abeto blanco) y el boreoalpino (pradera alpina). Cabe destacar que el bosque natural de abetos del Montseny es el más meridional de toda Europa. Por estas características, en 1978 la UNESCO lo declaró Reserva de la Biosfera. 
Nos sentamos al lado de un riachuelo y sacamos la comida  para hacer un picnic. Lo pasamos muy bien, rodeados por la naturaleza, hablando, entre otros, sobre tatuajes el los sitios más sorprendentes y con formas de mariposas o lagartos. 

























El lunes nos levantamos tarde. El la plaza de Concordia había una fiesta hasta muy tarde y no pude dormir. Sonaban las canciones españolas de los años sesenta, petardos, gritos etc. Fuimos con el coche a comer a la casa de Rafa en el Carmel. Nos perdimos un poco en las callejuelas del monte, pero al final llegamos bien. Rafa preparo una ensalada rica, arroz, soja y verduras a la plancha. Disfrutamos de la comida en buena compañía, sentados en el balcón. Por la tarde llevamos a Edu al aeropuerto y volvimos a casa para descansar. Por suerte por la noche no había fiesta.  

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