Ayer, el domingo, 26 de enero, fuimos al castillo de Montjuic. subimos andando y había bastantes escaleras, pero las visita ha merecido la pena. La entrada cuesta 5 €.
La primera construcción fue una atalaya destinada a informar mediante señales de la proximidad de barcos que se aproximaran a la ciudad. En 1640, durante la revuelta contra Felipe IV, se realizó la primera fortificación en Montjuic. Esta fortificación provisional sirvió para rechazar el asalto de las tropas castellanas comandadas por el marqués de los Vélez el 26 de enero de 1641. El fortín original se convirtió en castillo en 1694. Su planta ocupaba toda la parte llana de la cumbre, con tres baluartes mirando hacia tierra y una línea de dientes de sierra mirando al mar. En 1751, el ingeniero militar Juan Martín Cermeño ordenó destruir el antiguo fortín de 1640 y terminó de dar forma al conjunto de edificaciones, dotándolo de servicios y de cisternas, una de ellas de agua potable, y ordenó la construcción del foso. Entre 1779 y 1799 se realizaron diversas obras entre las que destacan las necesarias para instalar en él el doble de hombres, así como la construcción de cocinas para 3000 plazas; el castillo tomó entonces la forma que tiene en la actualidad. Fue dotado de artillería con un número no inferior a los 120 cañones. Durante la época franquista fueron ejecutados más de 4000 presos republicanos y catalanistas en el castillo. Hasta 1960, año en que fue cedido a la ciudad, el castillo sirvió como prisión militar.
A las 10. 30 h. de la mañana no había mucha gente.
Cerca de la entrada subimos al autobus 105 y bajamos a la plaza de España.