El viernes, 1 de noviembre, fuimos por la mañana para ver el Hospital de Santa Creu i Sant Pau. El día era soleado y el paseo largo, pero agradable. El Hospital de encuentra cerca de la Sagrada Familia, siguiendo la Av. de Gaudi.
Es un conjunto de edificios proyectados por el arquitecto Lluís Domènech i Montaner, uno de los principales representantes del modernismo catalán. Fue construido entre 1902 y 1930 en dos fases: la primera por el propio Domènech, entre 1902 y 1913, consta de trece edificios modernistas; la segunda, realizada por su hijo Pere Domènech i Roura a partir de 1920, consta de otros seis edificios de un modernismo moderado y de otras edificaciones posteriores. Con su edificio principal y sus numerosos pabellones, el Hospital de San Pablo es uno de los mayores conjuntos de la arquitectura modernista catalana. A pesar de que no se logró construir todo el proyecto original, la notoriedad del mismo fue reconocida con diversos premios y el nombramiento como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1997.
Decidimos pagar 15 € por persona para entrar.
El pabellón de acceso está construido por ladrillo de cara vista como la mayoría del conjunto. Domènech i Montaner utiliza diversos estilos arquitectónicos de una forma magistral y muy ordenada como podemos observar en este pabellón principal donde encontramos elementos góticos, neogóticos, bizantinos y estilos arquitectónicos germánicos como la torre del reloj.
El conjunto consta de un edificio principal dedicado a la administración, y de 27 pabellones en los que se desarrollan las tareas médicas y de enfermería. Todos los edificios están unidos mediante galerías subterráneas, aptas para el traslado de enfermos. Las instalaciones técnicas se encuentran al aire libre, para facilitar su mantenimiento.
Francesc Labarta diseñó las pinturas y mosaicos.
Pablo Gargallo y Eusebio Arnau realizaron las numerosas esculturas del conjunto.
Dentro del pabellón principal se encuentra una estructura de arcos y columnas que representa un jardín de plantas medicinales, ya que antiguamente en los hospitales se cultivaban este tipo de plantas para crear sus propias medicinas. El hospital de San Pablo también se pensó para tener un jardín medicinal detrás de la entrada principal aunque finalmente no se construyó.